El campo vacío sin límites es lo que existe desde el mismo principio. Debes purificar, remediar, limar o quitarte de encima todas las tendencias que has convertido en hábitos aparentes. Entonces puedes morar en el nítido círculo de claridad.
El vacío absoluto no tiene imagen, y la recta independencia no depende de nada. Simplemente expande e ilumina la verdad original sin preocuparte de las condiciones externas. En consecuencia, se nos dice que comprendamos que ni una sola cosa existe. En este campo, el nacimiento y la muerte no aparecen.
La fuente profunda, transparente hasta el fondo, puede brillar radiante y responder sin restricción a cada mota de polvo sin emparejarse con ella. La sutileza de ver y oír trasciende los meros colores y sonidos. Todo este asunto funciona sin dejar huella, y refleja sin confusión. Muy naturalmente la mente y los objetos emergen y se armonizan.
Un sabio dijo que la no-mente promulga y lleva a cabo el camino de la no-mente. Promulgando y llevando a cabo el camino de la no-mente, finalmente puedes descansar. Avanzando, puedes guiar a la asamblea.
Con los pensamientos claros, sentándote silenciosamente, entra en el centro del círculo de las maravillas. Así es como debes adentrarte y estudiar.
Muchas gracias por el aporte. Espero nuevas entregas.
ResponderEliminarPor cierto, ¿que opinas de la obra de Zhuangzi?
Gracias por tu comentario ;)
ResponderEliminarEl Zhuangzi no lo he leído entero todavía, sólo un par de capítulos. Es raro de leer y puede meterte en ralladas mentales si no lo acompañas de buena meditación, pero es de lo mejorcito que he leído, sí señor.