lunes, 24 de septiembre de 2012

Hongzhi (II) La práctica de la verdadera realidad

La práctica de la verdadera realidad consiste sencillamente en sentarse serenamente en silenciosa introspección. Cuando has entendido esto las causas y condiciones externas no pueden hacerte girar. Esta mente, vacía y totalmente abierta, ilumina correcta y sutilmente. Espacioso y contento, sin dejarte confundir por pensamientos interiores de apego, supera efectivamente tu comportamiento habitual y date cuenta del ser que no es poseído por las emociones.

Debes ser tolerante, íntegro y no depender de otros. Tal espíritu honrado e independiente puede empezar a evitar situaciones degradantes. Aquí puedes descansar y ser limpio, puro y lúcido. Brillante y penetrante, vuelves inmediatamente, te adaptas y respondes y te ocupas de las cosas.

Todo está libre de obstáculos: las nubes flotan graciosamente hacia las cimas, la parpadeante luz de la luna se desliza por los arroyos de la montaña. Todo el lugar es iluminado brillantemente y transformado espiritualmente, totalmente libre y manifestando una clara y sensible interacción, como la caja y la tapa o el encuentro de las puntas de flecha. 

Continúa, cultívate y nútrete para poder promulgar madurez y obtener estabilidad. Si te adaptas en todo lugar con una meticulosa claridad y eliminas los bordes afilados sin depender de doctrinas, como el toro blanco o el gato salvaje (ayudando a suscitar asombro), entonces se te puede llamar una persona completa.

Entonces así es como actúa alguien en el camino de la no-mente, pero antes de realizar la no-mente todavía tenemos grandes dificultades.

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