Una de las primeras cosas que uno tiene claro cuando se mete en algo "espiritual" (pero qué poco me gusta esa palabra), es que la felicidad, si existe, debe buscarse dentro de uno mismo, y nunca fuera. Es a eso a lo que se refiere Gotama cuando dice "complacerse en los placerese sensuales". Los placeres externos son inconstantes, finitos, no satisfactorios...esta es la retahíla que repite todo buen budista desde el día en que empieza a meditar.
Así que podéis imaginar que yo, llevando ya mis 4 añitos de práctica, tendría muy asumido que la felicidad sólo vale si viene de dentro. Pero parece que no es así. Ayer estuve viéndome capítulos de la serie de animación de Superman, que está muy chula, y me acosté pensando en la cantidad de cómics que quería leer de Superman, que si tal o cual aventura...Cuando me he puesto a meditar esta mañana, mi mente no dejaba de pensar en eso mismo. Tanto, que al final de la sentada quería levantarme a buscar cosas, a bajar cómics, etc.
O sea que nada de asumido. Todavía hay muchas cosas que trabajar...el problema es que con Internet a mano, ¡va a serme difícil controlar mis ansias! Fuera de bromas, no me tengo que dormir en los laureles y creer que ya voy muy avanzado (descuidando el mensaje más básico de la enseñanza), porque me pueden pasar cosas como esta.