jueves, 19 de noviembre de 2009

Cuando las reglas se vuelven restricciones

Estos días se ha armado mucho revuelo en el mundillo Theravada por una "espúrea" ordenación de bhikkhunis (monjas). Podéis leer sobre ello aquí.

Cuando veo cosas como esta, me pregunto cuál es la razón de las reglas, y si tiene sentido seguirlas a rajatabla. En un grupo, tal y como lo veo, las reglas son una guía que sirven para mejorar la convivencia, y no voy a entrar a discutir aquí si es lícito saltarse esas reglas en casos especiales (como se supone que hizo Ajahn Brahm al ordenar a esas bhikkhunis), porque ya se ha dicho mucho sobre el tema y opiniones las encontráis en cualquier parte.

Lo que me interesa es preguntarme sobre las reglas en la práctica. Acabo de leer el ensayo de una amiga mía (que podéis leer aquí) en el que dice que "como practicantes de las enseñanzas del Buda, nuestra práctica no solo debe alimentarse por nuestra propia inspiración para alcanzar el Nibbana de una manera sencilla, o por lo que aprendemos leyendo Suttas, sino que también debe alimentarse por nuestro más profundo deseo de practicar según las reglas que el Buda dispuso".

No es la primera vez que he leído este argumento: el Dhamma no está para que cojas lo que quieras, sino que tienes que llevarte todo el paquete. ¿Es así? ¿Acaso nuestro camino debe limitarse a seguir las reglas que encontramos recogidas en el Canon Pali (que pueden asemejarse más o menos a lo propuesto por el Buda)? ¿Acaso el Buda siguió alguna regla en particular cuando abandonó su hogar en busca de la liberación del sufrimiento? ¿No recomienda el Buda tener un espíritu inquisitivo en todo momento, y comprobar todo lo que se nos enseña?

En mi humilde opinión, creo que estas reglas dispuestas por el Buda han de servirnos de referencias de lo que Gotama, ese hombre tan sabio, consideraba más útil. Referencias, no restricciones: soy yo quien tiene que probar qué funciona en mi camino, al igual que Gotama abandonó todas las reglas y convenciones cuando emprendió el suyo.

Además, las reglas de Gotama tienen un significado histórico y cultural, y hay que entenderlas en su contexto (hay un discurso en el que habla de los distintos tipos de esposas que casi es mejor obviar). Mi camino no está en la India de hace 2550 años, está aquí, ahora. Y Gotama murió hace demasiado como para poder aconsejarme ahora, así que eso me deja solo. Solo, pero no arrogante; solo, pero intrépido; solo, pero rodeado de amigos.

Gracias, Gotama, por tus consejos. Gracias por iluminar el camino. Leeré tus palabras (o lo que queda de ellas) mientras camino.

Deséame suerte.

2 comentarios:

  1. Para los que escogen seguir el camino del Buda, éste dejó el dhamma y el vinaya: la enseñanza y la disciplina. Thanissaro Bhikkhu afirma que las costumbres de los nobles transcienden el tiempo y la cultura porque están hechas por y para "nobles".

    Por otra parte, nuestra mente tiene la increíble capacidad de adaptar el mundo a su imagen según sus deseos y preferencias, así que no me extraña que la "ortodoxia" se proteja adheriéndose a las reglas.
    Dicho esto, por mucha protección que uno ponga, es inevitable encontrar Devadattas: mira la cantidad de escuelas que había en el budismo posterior al Buda, el desarrollo del mahayana, el chan/zen que, antes de ser la ortodoxia del budismo chino fue una minoría de renegados con influencias taoístas...

    Cualquier camino tiene sus riesgos: si decides adherirte al dhamma-vinaya puede que te conviertas en un mono imitador, en un robot, en un programa informático que responde al mundo en función a las variables que el vinaya le proporciona y que, en última instancia, te opongas al cambio (curiosamente causa del sufrimiento del que el Buda tanto habló); si decides ser un hereje, te arriesgas a crear tu propio mundillo particular, a creerte a salvo en él y a juzgar a los demás por no "haber visto la luz" como tú lo has hecho.

    Sigas el camino que sigas, con un poco de suerte, te arriesgas a caer de bruces, que arranquen el suelo en el que te apoyes, despiertes, te liberes y que, al final, toda esta historia no era como pensabas.
    Y ni uno, ni otro, ni ambos, ni ninguno.

    Un gusto encontrarte otra vez por aquí
    ...y suerte

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  2. Y qué razón tienes...Mi ánimo no era criticar a aquel que, siguiendo las reglas, busca la liberación final. Solo reflexionaba sobre mi propia tendencia a aferrarme a estas mismas reglas, y mi decisión de ser valiente y tirar p'alante yo solo.

    Todo tiene sus riesgos. Pero también sus premios ;)

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